
La industria de medicamentos recetados es una de las más rentables y genera aproximadamente USD 1,7 billones en ingresos…hasta el momento no ha sido tocada pero eso cambiaría, ya que el presidente Trump anuncia medidas arancelarias sobre las importaciones farmacéuticas.
Estas industrias, manejan una compleja cadena de suministros a nivel global, y cualquier distorsión puede generar escasez de productos con el consecuente impacto en muertes y salud de las personas.
Si bien EE.UU es el mercado más grande y lucrativo para el sector de cuidado de la salud, se importa la mayoría de medicamentos desde el extranjero (alcanzaron los USD213.000 millones en 2024), por ello la estrategia de aranceles, estaría orientada a disuadir a estas empresas para que vuelvan a producir en USA.

Fuente: LSEG
Estos cambios en la compleja cadena de suministros farmacéuticos, no son fáciles de realizar e implica no solo a muchos trabajadores, sino también diversos ingredientes integrados en países diferentes. Este intrincado sistema quedó en evidencia durante la pandemia del COVID-19, donde producto de esta contingencia se presentó escasez de medicamentos no solo para tratamientos esenciales de riesgo de vida, sino también para tratamientos de mantenimiento y terapias iniciales (desde penicilina hasta paracetamol y vacunas). Muchas de estas moléculas básicas para la fabricación de medicamentos tienen su base de fabricación en India y China (82%), y solo el 4% de los componentes básicos para la fabricación de medicamentos se realiza en EE.UU.
Con lo cual, la dependencia de este sector de los hubs de fabricación de China e India es altísima. Además de que de esta red global de fabricación, participan otros países como Irlanda, Canadá, Reino Unido, Alemania, México y el mismo EE.UU donde a menudo se reenvían las moléculas terminadas para su empaquetamiento y distribución. Esta red, se ha constituido como una importante fuente de ingresos para todos los países involucrados en la cadena, especialmente para los países dentro de la comunidad europea, donde por ejemplo en el caso de Irlanda los productos farmacéuticos representan el 60% de sus exportaciones a EE.UU.
Adaptar un esquema de fabricación tan complejo, no es fácil y generalmente lleva muchísimo tiempo (aprox. 5 a 10 años) y es una inversión altamente costosa además. En este sentido, el componente regulatorio es muy alto, debido a que estas plantas de fabricación deben someterse a muchas inspecciones durante su proceso de construcción y adaptación para la materialización de medicamentos, además de las innumerables pruebas y análisis clínicos que deben realizarse a los productos que deseen distribuirse. Lo que convierte al sistema en uno altamente difícil de adaptar de manera rápida. Adicionalmente, los aranceles también podrían reducir los márgenes de los costosos productos farmacéuticos de marca y medicamentos biotecnológicos, y las farmacéuticas dicen que eso podría dejarles poco dinero para invertir en investigación y desarrollo de medicamentos futuros.
La aplicación de aranceles entonces, supondría un golpe durísimo a este sector, debido a que el traslado a precios seria inminente afectando no solo el bolsillo del paciente final, sino de aseguradoras, hospitales, etc. Amén de lo anterior, este aumento de costos, afecta a la prioridad de fabricación con el impacto consecuente para el tratamiento de innumerables enfermedades y el costo de vidas asociado…algo difícil de asumir.
Adicionalmente para los fabricantes de genéricos que ya enfrentan una feroz competencia de precios, estos aranceles podrían impactar muchísimo en su rentabilidad y directamente desalentar la fabricación de genéricos con la consecuente afectación en la disponibilidad de medicamentos y costo para los pacientes.
Las amenazas de Trump respecto de una posible imposición de aranceles a este segmento ha comenzado a impactar a múltiples laboratorios farmacéuticos, este sector en su conjunto ha presentado una caída en el S&P 500 Health Care YTD de -2,47%.

S&P 500 Health Care
¿Es factible entonces para Trump aplicar aranceles y traer de vuelta la fabricación a USA?…en este caso es posible si lo hace de manera gradual. Iniciando por supuesto con las grandes farmacéuticas, e ir incrementando sus aranceles poco a poco a medida que anuncian inversiones y empiezan a trasladar parte de su producción a los EE.UU. (inicialmente podría aplicar alguna exención a materias primas para posteriormente gravarlas de manera gradual), de esta manera lograría su objetivo de manera lenta y disminuiría el impacto a los pacientes. En ese sentido una de las primeras medidas anunciadas, es el referente al gravamen que se impondría a las materias primas y suministros que esta industria trae desde China.
Otro de los puntos que también revisa la administración de Trump, es el registro intelectual que hacen estas farmacéuticas en Irlanda, como forma de escapar a la tasa de impuesto corporativo de USA. Trump dice que es injusto que Estados Unidos pague precios más altos por medicamentos de marca que otros países.

Fuente: LSEG
En ese contexto, un detalle que seguramente revisará la administración Trump es la compra de medicamentos que se gestiona a través del sector privado…y posiblemente planee adaptarse al esquema de sistema de salud que usan muchos países, donde és directamente el sector público quien realiza la negociación de los precios de los medicamentos tanto para los planes públicos como para los privados (por ej: Alemania e Inglaterra).
¿Cuál ha sido el movimiento de la industria frente a esta posible movida de Trump?….muchos de estos fabricantes, particularmente las multinacionales con alto poder de llegada al Gobierno, han advertido de una aplicación gradual que les permita reducir el impacto de los aranceles, mientras anuncian inversiones para trasladar parte de su producción a USA.
El Gobierno ha incluido a los productos farmacéuticos junto con la madera, los semiconductores y otros sectores que podrían estar sujetos a investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Comercio de Estados Unidos de 1962 para determinar los efectos de las importaciones sobre la seguridad nacional de EE.UU.