El análisis de la inflación en Colombia posee diversas vertientes, por un lado, tenemos que tomar en consideración las metas de inflación que se han establecido desde el Banco de la República, las cuales procuran que exista un equilibrio sostenido en el tiempo de los precios en la economía, dicha política permite que el poder adquisitivo de las personas sea preservado. Por otro lado, tenemos que contemplar que, en entornos estables de manejo de agregados monetarios es más fácil poder realizar las políticas de ajuste necesarias para el desempeño óptimo de la economía del país.
Teniendo en cuenta lo anterior, se resalta el trabajo que ha realizado la autoridad monetaria a lo largo de los últimos años en el control de la inflación. Observamos que para 2018 el IPC cerró en 3,18% ubicándose levemente por encima de la inflación meta, pero aun así por debajo de la banda superior de control.
Sin embargo, para 2019 debemos considerar algunos aspectos clave que sin duda ejercerán alguna influencia en la conformación de precios futuros. A raíz de la famosa ley de financiamiento recientemente presentada por el gobierno actual se ha elevado el riesgo de alza de precios para este nuevo año, si a esto le sumamos el efecto ajuste del salario mínimo y una posible aceleración en la depreciación del peso, el riesgo aumenta.
Adicional a lo anterior, también existen otros fenómenos a considerar que propenden por una baja del riesgo, tales como un crecimiento económico menor al previsto, y un cambio en la composición del IPC. Todo esto sumado indica que efectivamente el rango de inflación estaría ajustado a la meta de 3% establecida por el banco de la republica para este año.