Piedad R. Ortiz

Hoy en día, la tecnología financiera se ha convertido en un pilar fundamental de la economía.

La coyuntura actual y desarrollo a nivel mundial obliga a tener en cuenta a la tecnología como agente de cambio, sobre todo en el área financiera, pues es necesario establecer mejores parámetros de inclusión y nuevas soluciones para las entidades existentes, sobre todo para el uso y desempeño de nuevos actores que emergen en la actualidad.

Es importante dentro de todo este ámbito tecnológico tener muy en cuenta la regulación y protección de información a nivel personal y empresarial, así como el marco legal previo a la conformación societaria y de estructura organizacional de empresas de servicios tecnológicos y financieros para evitar caer en violaciones y falta de autorizaciones inherentes al desarrollo de sus actividades.

En países latinoamericanos como México, se establecen 90 días de base para las autorizaciones de funcionamiento empresarial dentro del ecosistema Fintech, y a este plazo se pueden agregar 180 días más si es necesaria alguna intervención o retroalimentación por parte de otras autoridades del sistema. Dentro de este espectro de tiempo existe la posibilidad de que el ente de control exija el reinicio de la evaluación si surge la «duda» o existe alguna incompatibilidad con el sistema regulatorio o de protección y validación de información personal.

La seguridad relacionada con la regulación financiera se ha vuelto cada vez más indispensable.

Es por supuesto coherente, que existan cambios estructurales a nivel de las organizaciones para complementar las regulaciones, y para que a su vez sus estructuras se puedan adaptar a las nuevas tecnologías, la seguridad y la flexibilidad del sistema en el que están inmersas, pues no solo la información de los clientes puede cambiar, sino la forma de interactuar con ellos. En este punto hay que resaltar que la experiencia de usuario mejora en la medida en que él mismo percibe actualizaciones adaptables que le permitan una optimización en procesos y costos sin dejar de lado la parte inclusiva, donde es altamente valorado el incremento de usuarios del sistema sin que ello ocasione un detrimento en la parte de seguridad.

De la misma manera, a medida que el nivel de usuarios del sistema se incremente, también se mejorará la manera de medir y captar las preferencias y tendencias del consumidor, y por supuesto toda esta nueva información permitirá un armado de perfil de usuario mucho más preciso y se podrá complementar esta caracterización con mejores predicciones en la tendencia de usos, preferencias, ajustes financieros de necesidades y demás aspectos altamente valorados por los usuarios del sistema.

Otro aspecto importante de la regulación ligada a la tecnología financiera es una mejor medición de los riesgos del sistema y, la caracterización de parámetros de calificación, ya que un mayor nivel de seguridad y perfilamiento de usuarios determinará una mejor medida de riesgo, predecirá, relacionará y caracterizará tendencias futuras de comportamiento y contingencia de los usuarios del sistema.

En la medida en que el nivel de usuarios se incremente y la información se haga más especializada, esto derivará en un mejor escenario del sistema, más dinámico para medir sus riesgos y desarrollando mejoras para sí, tasas y otorgamientos relacionados con el sistema financiero.

La disminución de costos también es importante, y es por ello que hay que hacer énfasis en los pasos previos de reglamentación, regulación y adaptación de las estructuras corporativas, ya que esto permitirá mejorar el sistema de tal manera que pueda optimizar tiempo y costos, generando una evolución constante en las prestaciones del sistema tecnológico financiero.

Dentro de los aspectos básicos que se deberían recaudar de las nuevas entidades del sistema, es elemental conocer, además del nombre, la dirección, el número de identificación fiscal, teléfonos de contacto, correo electrónico, beneficiarios o herederos del titular. También es importante abastecerse con información referida al origen de recursos, fuentes de ingreso diversas, relacionados a nivel familiar y de negocios, toda esta información también relacionada con un perfil transaccional o de conocimiento previo del sistema que debe hacerse e incorporarse al alta de cada entidad/usuario. En la medida en que todas estas variables puedan ser verificadas, cruzadas y medidas con los entes responsables de almacenar la información de los usuarios, se podrán establecer perfiles óptimos y focalizar acciones no solo de negocios sino de seguridad, todo esto por supuesto alimentándose constantemente con el historial y el día a día de usabilidad de los usuarios del sistema.

Todas estas pautas del sistema también obligan a las entidades vinculadas a ser más transparentes y proveer información clara, poder verificar desde comisiones, datos de contacto, resultados financieros autorizados, estadísticas y mediciones de riesgo personales. Acompañando a todo esto también debe fomentarse en la red, entidades que se encarguen de representar a los usuarios para que el arbitraje del mismo y la seguridad de las operaciones se optimice aún más.