Por: Piedad Ortíz y Jens Mikkelsen.

Big data significa literalmente «datos grandes». Desde su invención, las computadoras se usaron para procesar datos, pero con el pasar de los años la capacidad de generarlos aumentó. Ya no solo se trata de la capacidad de procesarlos, sino también de la facilidad para producirlos y recolectarlos, y más aún, teniendo en cuenta que hoy por hoy se suma la información generada desde los dispositivos móviles.

Cada smartphone es un aparato con capacidad de generar mucha información útil para distintas aplicaciones. Información que antes simplemente no estaba disponible en ningún lado, como geográfica, de audio, de video y de patrones de acceso a noticias, y claro, no podemos dejar de contar la información generada por otras fuentes provistas por los gobiernos y las empresas.

Todo este avance tecnológico presenta nuevos desafíos, como el creciente volumen de procesamiento, por lo cual fue necesario desarrollar nuevas técnicas para atender nuevas necesidades y generar nuevas soluciones.

El big data se prospecta como una aplicación fundamental debido al exponencial crecimiento que están teniendo los datos de manera constante. Las finanzas y las comunicaciones, por dar un ejemplo, son los sectores más representativos en aplicaciones de big data, ya que ayuda a la toma de decisiones de manera ágil y transparente.

La gran cantidad de datos alojados en redes se ha convertido en fuente importante de información para el análisis de negocios, mejorando la toma de decisiones dentro de la industria financiera, así como la capacidad de reacción y respuesta en servicios financieros digitales.

Podemos nombrar algunas ventajas: 

  • Permite conocer mejor a los clientes ya que el nivel de segmentación que se logra con esta herramienta es de nivel superior, se tiene acceso a mayor cantidad de información por usuario y esto ayuda a un mejor conocimiento y caracterización de los clientes teniendo en cuenta nuevas variables para una mejor identificación de hábitos y comportamiento.
  • La gestión del riesgo se optimiza, ya que este acceso y análisis de datos permite generar una capacidad predictiva superior a la hora de analizar y gestionar el riesgo. este gran cumulo de información, posibilita que se puedan realizar anticipaciones del comportamiento de pago de los usuarios y gracias a ello se puedan generar acciones de contención.
  • Permite la detección del fraude de manera temprana, pues, al poseer una enorme fuente de datos actualizada, actividades ilícitas como la suplantación de identidad o lavado de dinero pueden ser detectadas tempranamente ya que patrones sospechosos en los usuarios serán objeto de alarma y las organizaciones podrán tomar acciones al respecto.

Son innumerables los beneficios de utilizar big data en los servicios financieros, ya que el conocimiento en tiempo real de los usuarios se ha convertido en un importante activo digital dentro de los procesos en los servicios financieros, y esto permite no solo una optimización de los procesos existentes, sino una mejor prospección y generación de ideas y movimientos a futuro en materia financiera.