Piedad R. Ortiz

Como es sabido, las empresas nacen para satisfacer necesidades detectadas a la vez que buscan generar la mayor rentabilidad posible, y claro, una vez que logran alcanzar el liderazgo de su segmento, buscan incorporarse a nuevos espacios de negocio igualmente lucrativos y que les permitan mantener un crecimiento a largo plazo con volúmenes de rentabilidad esperada.

Los datos y las finanzas se complementan muy bien, y esto es atractivo para las empresas BigTech (principalmente las estadounidenses conocidas como GAFA: Google, Amazon, Facebook y Apple) que manejan grandes volúmenes de información y utilizan este activo para crear empresas financieras que complementen su negocio y generen ganancias adicionales.

Dentro de sus ventajas podemos mencionar que, además de contar con un alto grado de desarrollo tecnológico, presencia global, datos de sus usuarios y experiencia para explotar toda esta información, el mercado financiero siempre ha sostenido márgenes atractivos y estables de rentabilidad a través del tiempo. Los servicios financieros se utilizan en todas las estructuras económicas para facilitar desde el consumo, hasta capital de trabajo e inversiones, y este poder de arrastre, combinado con un eficiente manejo de datos es importante para el desarrollo de los servicios financieros digitales.

El hecho de que estas empresas BigTech incursionen en el mercado financiero se considera muy disruptivo. Con una experiencia muy amplia en el manejo de la información, están en mejor capacidad de conocimiento del usuario y sus hábitos personales, incluidos por supuesto la parte de consumo, ahorro e inversión, lo que a su vez les permite ofrecer mejores soluciones en el área financiera y que verdaderamente sean percibidas con alto valor por los usuarios del sistema. En pocas palabras gracias a su conocimiento del consumo resuelven tecnológica y ágilmente las necesidades de las personas y permiten una mayor inclusión en el sistema por sus características digitales.

La banca tradicional si bien es rentable, muestra grandes falencias en lo que tiene que ver con costos, inclusión, falta de comunicación con los usuarios… etc. Básicamente son lentas a la hora de generar soluciones que faciliten la vida de las personas, mientras que las FinTech son más agiles en ese sentido, ya que su espíritu busca un nivel de relacionamiento más íntimo con sus usuarios.

Todos estos nuevos actores y sus iniciativas producen cambios en el ecosistema financiero, enfocándolo más a una perspectiva en servicios, donde es claro que la banca tradicional deberá ofrecer experiencias cada vez más rápidas y con la eficacia a la que ya están acostumbrados los usuarios de las BigTech.

Si bien siempre existirá un nicho para la banca tradicional, las nuevas generaciones reclaman mayor agilidad, soluciones digitales con bajo costo, y que puedan ser usadas a cualquier hora desde cualquier lugar.

Los bancos tradicionales deberán volverse más dinámicos si no quieren ser desplazados en las preferencias de los usuarios, porque en la medida en que las personas tengan más opciones para depositar valores, realizar consumos e inversiones, estos bancos podrían perder participación, sumándole a esto que las personas y, especialmente el público joven prefiereproductos y servicios novedosos e innovadores.

Al mismo tiempo, las empresas FinTech como tal, deben también incorporarse y prepararse para, desde algún nicho financiero especifico, brindar su mejor solución, pues si no están dispuestas a colaborar y crecer junto con banca tradicional y BigTech, podrían recorrer un camino bastante agitado. Recordemos que las BigTech también nacieron del área tecnológica, así que tienen mucho conocimiento previamente incorporado, y, en la medida en que una Fintech tenga mayor experiencia financiera, será una vía de encuentro para que exista mayor colaboración y el ecosistema crezca.

Dentro de la dinámica del mercado, la colaboración entre actores es lo que se viene, ya que cada parte tiene una experiencia importante, y si son capaces de juntar toda esta experiencia y colocarla al servicio del cliente el mercado y las soluciones pueden crecer exponencialmente, pues a mayor colaboración existirá una mejor rentabilidad para cada una de estas partes.

Es posible que el tema regulatorio sea el principal obstáculo a superar para las BigTech, pero una vez que esto se logre solventar, el reto de la banca es enorme ya que estos gigantes tecnológicos son empresas líderes, que mueven enormes cantidades de bienes y servicios, conocen muy bien los flujos de logística y consumo, pueden capturar gran parte del mercado financiero que está asociado al comercio nacional e internacional y además, poseen elementos que son claves del éxito en la prestación de servicios: datos y relación cercana con el cliente, y todo esto genera mucha expectativa acerca de cómo diseñarán su estrategia de negocios.

Por ejemplo, para el caso de Ant Financial que posee mucho valor de mercado, es interesante pensar cómo será su desempeño en el mercado de capitales, como se posicionará al desarrollar mercados globales, que hará ahora que posee mayor acceso a capitales, y como utilizará todo esto para fomentar los mercados, claramente, porque ello implica un mayor nivel de digitalización en los procesos en que están implicados y también porque su ingreso al mercado de capitales de alguna manera marca un precedente para las compañías privadas de China.

Esperamos que también profundicen su llegada en el área de servicios financieros debido a que estas compañías entienden que su rol dentro del ecosistema financiero es enorme, poseen muchísima información y saben que incursionar en este mercado les permitirá ofrecer mejores soluciones a todos sus usuarios y les proporcionará mayores ganancias.

Empresas como Apple se están dando cuenta de que no solo es interesante monetizar a través de la venta de sus productos, sino que también en el rubro de servicios existe un gran potencial, de hecho, está incrementando su proporción de ingresos por servicios cada  vez más, y planea incrementar el nivel de uso en su plataforma vendiendo servicios a los propietarios de sus dispositivos; elementos financieros que incluyan desde facilidades para la adquisición de productos de Apple, hasta la venta de diversos servicios, aplicaciones, entre otros.

Finalmente, Facebook y Google también saben que sus datos son altamente demandados por las entidades financieras con el ánimo no solo de conocer más a fondo a los usuarios para poder ofrecerles servicios más ajustados y complementar los ya existentes.