Piedad R. Ortiz
Es primordial promover tecnologías en la región que permitan la interoperabilidad de pagos. Con el auge de la telefonía móvil, y el desarrollo de un ecosistema tecnológico altamente especializado, ágil, y escalable, los usuarios demandan soluciones financieras a la altura de las circunstancias. La logística transaccional es un aspecto fundamental que se debe abarcar para que, en la economía, el consumo, la inversión, y el comercio de bienes y servicios en general sean canalizados de manera óptima.
La falta de interoperabilidad en el circuito financiero persiste, fundamentalmente en dos segmentos: las transferencias interbancarias y las billeteras digitales. Para poder avanzar y agilizar el sistema de pagos, es necesario invertir en infraestructura de pagos, regulación y por supuesto personal especializado. Otro punto importante a tratar, es el temor que el sector bancario puede sentir frente a este nuevo sistema.
Dentro del segmento de transferencias interbancarias, las instituciones financieras deben ampliar su gama de opciones, para abarcar e incluir mas usuarios que no estan circulando actualmente por las redes de las tarjetas, necesitan aprovechar las posibilidades reales que les permiten las cuentas bancarias, admitir que sean más interoperables, para poder explotar todo su potencial. Muchas personas y comercios quedan excluidas del sistema de tarjetas, ya sea por las dificultades logísticas, altas comisiones y otras limitaciones que se presentan cuando los usuarios desean realizar compras instantáneas. En este punto, es importante distinguir el impase que puede generar la desconfianza, entendiendo que se debe garantizar un protocolo de seguridad para los usuarios, y que el mismo no debe convertirse en un obstáculo para las transacciones. Los clientes de servicios financieros se encuentran inmersos en un espacio donde prima la velocidad y facilidad con la que se pueda optimizar el tiempo, poseen una mayor cantidad de conocimientos digitales y en la medida en que las instituciones financieras no les permitan una mejor experiencia de usuario que implique agilidad, la fidelidad por las mismas disminuye rápidamente.
Para el segmento de billeteras digitales, la solución de operabilidad debe ampliarse inclusive a usuarios que no formen parte de su cartera de clientes, deben hacer extensivo su circuito para poder potencializar la red de pagos digitales, y por supuesto, si permiten utilizar el efectivo y canalizarlo a través de sus plataformas para financiar transacciones, se podría tener un entorno mas competitivo donde el transporte y uso de efectivo sea el método de pago a reemplazar, es por ello que la interoperabilidad es necesaria para el crecimiento de la economía.
Los gobiernos han entendido finalmente la necesidad de la interoperabilidad, ya que la postergación de pagos y trabas institucionales que ralentizan las transacciones van en detrimento del crecimiento ágil de la economía.
En el ecosistema ingresan nuevos jugadores, y las instituciones financieras deben apoyarse para no quedar atrás, realizar innovaciones, acuerdos, adquisiciones, todo lo necesario para asegurarse al nuevo cliente totalmente tecnológico, que posee una mayor capacidad de competencias digitales y menos apego a entidades tradicionales. La inmediatez de pagos y costos de transacciones competitivas se han convertido en el paradigma actual de la lealtad de los usuarios.
Instalar una infraestructura de transferencias en tiempo real que sea interoperable, permitirá que los usuarios puedan realizar transacciones sin restricciones 24/7, esto a su vez habilitará que se registren y capten muchísimos ingresos provenientes de consumidores que no habían sido incluidos en el sistema financiero.
Con el mayor intercambio y manejo de datos, los condimentos para una evolución del sistema de pagos están dados.